Subo al tren descarrilado camino a la chingada. Traigo la sangre caliente.

Tuesday, February 28, 2006

Sigo pa' lante

Ya me calmé. No sé cómo le hice, pero se me iluminó la cabeza para no pensar más en la posibilidad de que se pueda dar el romance que estoy buscando. Es más, lo más probable es que no se dé. Hay quienes me dicen que sí, que todo está marchando a paso lento (pero seguro), que sea positivo, que no ha pasado nada terrible como para que piense lo contrario. Pero entonces, ¿por qué mi instinto me dice que esto no va bien? ¿Por qué me da la impresión de que falta algo en nuestro estire y afloje? La verdad, es más el estire que yo doy que el que recibo y de ahí el pinche huracán que traigo dentro. LO ya me lo dijo una vez: "a ti te tienen que tratar como rey." La neta, sí. Perdón, pero yo no vine a esta vida a que me chinguen. Claro que me muero porque me tratan como rey (y viceversa), pero está cabrón encontrar a quien se deje y con quien yo me deje. ¿Por qué la gente hace la vida tan difícil cuando podría ser lo máximo?

No sé si me volverá a llamar. Mi amigo se ofreció a llamarle el domingo para juntarnos todos a ver los Oscares. Accedí a su propuesta, pero ahora pienso que quizás no haya sido una buena idea. No quiero que piense que estoy creando trampas y estrategias para que nos veamos. Me pondría muy incómodo. Lo que ya he decidido y pienso cumplir (porque tampoco no soy un zorro) es que no le llamaré. Ni modo. Mi amigo piensa que, además de eso, si recibo una llamada suya para invitarme a cenar o algo así, debería inventar un pretexto, morderme un huevo y esperar a que eso surta efecto para que se pique conmigo. Después de todo, a ningún cazador le gusta llevarse a casa una presa muerta.

Chingada madre, neta. Seguramente cree que yo me la vivo ligando a quien se deje, que tengo un historial romántico extenso, que no me estoy arriesgando nada al relacionarnos. Y sin embargo es todo lo contrario. Yo soy el que lleva todo el riesgo... no tengo un grado de madurez emocional como el suyo (ya ha platicado con sus papás al respecto del tema), se ha enamorado (yo sólo una vez y no fui correspondido), coge (yo no), ha tenido relaciones que han durado años (yo nunca), etc. Estoy que me quiebro, no tengo su fortaleza interior para ligar y estirar y aflojar y hacerse interesante. Yo no sé nada de eso ni quiero saberlo. Quiero enamorarme y punto. ¿Qué está haciendo conmigo? ¿Está jugando? Qué frustrante situación. Lo gacho es que ya siento algo y ni siquiera se lo puedo decir. La única solución será ahogarlo.

Fuera de eso, también hay otros pedos sucediendo en mi vida, pero creo que con este tengo por ahora. Sólo quiero decir que, profesionalmente, tengo que despertar. Las cosas se están poniendo muy feas y se acerca el momento de "ahora o nunca".

"Cuántas luces dejaste encendidas... yo no sé cómo voy a apagarlas." Eras sabia, Lola, eras sabia.

Monday, February 27, 2006

Ya me cansé de estar queriendo a quien no me quiere a mí

De ahora en adelante cambiaré mi forma de sentir.

Podrá parecer un cliché de la cultura popular mexicana, pero debo decir que "yo no nací para amar". Lo siento, es la verdad. Soy una de esas personas en cuyo corazón cayó la maldición de ser incapaz de querer o ser correspondido. Ni modo, así ha sido toda mi vida. Y lo peor de todo, es que tengo tanto para dar. Tengo unas ganas inmensas de querer que se me corta la respiración cada vez que lo pienso. Además, no es por nada, pero estoy guapo. Tengo educación, personalidad, buenos sentimientos. No estoy menso. Y aún así, a cada vez que he intentado querer y ser querido, acabo dándome en la madre. Quien me gusta acaba por rechazarme. A lo mejor siento demasiado. ¿Demasiado corazón? Sería toda una ironía que así fuera después de pasarme tantos años hecho un hielo.

Nuestro encuentro de anoche fue tan insulso como los otros dos anteriores. No pasó nada. Puse todo el lenguaje corporal del que soy capaz de mi parte. Le hice halagos. Propuse vernos para cenar o comer entre semana. Tuvo que haber notado el brillo en mis ojos y la cara de pendejo que yo ponía cada vez que le escuchaba hablar. Es obvio que me encanta. En cambio, yo sólo recibí intercambios educados de su parte. Siempre agradable, pero hasta ahí. Se excusó de cenar esta semana porque su hermana que vive fuera anda de visita en la Ciudad. Durante toda la noche, no hubo nada de lenguaje corporal de su parte (es más, hasta sospecho que se lo prohibió para no darme alas)... ¿pero entonces por qué me llama? ¿Por qué me busca? Siento que de alguna forma le intereso, pero no quiere entregarse por completo. Quiere seguir en el desmadre, pero también mantener a su pendejo a media lumbre para ver si luego se le ofrece echarme al plato. Cómo quisiera gustarle lo suficiente para que me invite a salir a solas (anoche, como las veces anteriores que nos hemos visto, estuvimos chaperoneados por sus amigos...), para que me conozca (pocas veces me pregunta por mi actividades y mi vida personal... ¡tengo tanto que quisiera decirle!), para que pueda existir la posibilidad de un romance. Sigo pensando que es una buena persona... sólo que ya me estoy haciendo a la idea que esto no va a marchar. De otro modo, ya hubieran pasado muchas cosas más. Por lo menos le hubiera visto un interés hacia mí. Para acabarla de amolar, le mandé un mensaje por celular al salir del bar en donde estuvimos diciéndole que "me encantó verte y te mando un abrazo fuerte" (rima interna, ni modo), pero han pasado muuuuuuchas horas desde ese mensaje y aún no me ha respondido. Eso es bueno porque por lo menos ahora sí estoy seguro que esto no va a funcionar y entre más rápido empiece mi proceso de recuperación, mejor. De verdad creo que es más conveniente sufrir ahora de un madrazo, que dejar que se alargue el sufrimiento por quién sabe cuánto más.

Qué triste. Lo he pensado y creo que jamás conseguiré una estabilidad en el amor. No entiendo como se da la suerte de vivir un amor correspondido, nunca lo he comprendido. Además, soy una persona tan complicada que no creo que a alguien llegue a gustarle tanta mierda mía. Quizás me espere una vida con todo mi cariño guardado en un cajón. ... .... Está bien, ya basta de azotes.

¿Debo aceptar que me enamoré? ¿Debo ser sincero conmigo mismo?

Está bien, me enamoré.

Fui un pendejo, paloma por querer ser gavilán.

Friday, February 24, 2006

Yo creí volverme loco

Pues no me llamó. (chinga su madre).

Pero yo hice algo que prometí no hacer: le mandé un mensaje preguntándole si se animaba a ir a cenar. A los VEINTICINCO minutos me contestó con otro mensaje diciéndome que aún seguía fuera de la ciudad, esperando su avión en el aeropuerto. Como hoy viernes también vuelve a salir de viaje, me preguntó si nos veíamos a su regreso el domingo. Le contesté que sí, le mandé su abrazo y ya me quedé medio tranquilo. Lo que no me gusta es que no me proponga vernos a solas... sé que el domingo estarán ahí una bola de amigos y no habrá oportunidad para conocernos más como quisiera. Por otro lado, ya me hice a la idea de que este pedo se va a dar o no, el destino ya está escrito y no hay nada más que pueda hacer... debo seguir el flujo de la corriente. Flojito y cooperando y sanseacabó.

Aunque no sé... a veces me da mucho miedo todo esto. Nunca he tenido una relación sentimental en mi vida (y mucho menos una de este tipo) y no sé qué tan preparado estoy. Me da miedo también conseguir lo que quiero, como si existiera en mí una fuerza que yo desconocía para atraer, para que me valoren como yo quiero (aunque eso está por comprobarse más a fondo en este caso). Me da miedo el compromiso, lo que todo eso implica, lo que podría estarnos esperando en un futuro, las consecuencias que nuestra unión me traería. Tengo un mar de dudas batiendo dentro de mí, guerras filosóficas, morales y existenciales dentro de mi cabeza y corazón que no acaban en soluciones claras. Todo es descontrol y feroz cuestionamiento, histeria. Ayúdame, Dios mío.

Este fin de semana me servirá para hacer varias cosas: ver SYRIANA y/o CASANOVA (ésta última no obtuvo nominaciones para ningún premio, pero el New York Times le echó flores y yo confío en su opinión), escribir mi guión (el cual no he retomado desde enero, and thanks), salir con mi amiga Mariana (¿le platicaré lo de mi romance? Food for thought), comprar un regalo para LO (en agradecimiento a que le haya pasado mi guión a TS, ¡de quien no recibido respuesta aún! ¡Maténme que me estoy muriendo!) y los consabidos viajes a la lavandería, tintorería y esas chingaderas.

Mi papá me escribió un mail diciéndome que soy un tipo con una autoestima bajísima y que le tengo que echar ganas a la vida y que tengo todo para triunfar y muchas otras porras. A mí se me hace que eso viene de que mi hermana le recetó una plática intensita sobre mí durante el viaje de carretera que hicieron recientemente. Mmmmmmmm... anoche lo estuve pensando y presiento que mi hermana está cocinando una embestida en mi contra que va a acabar muy mal si es que llega a estallar de la manera en que está planeando. No malinterpretemos, ella y yo nos amamos infinitamente, pero de un tiempo hacia acá ha estado empecinada en querer sacarme muchas cosas que yo no he estado dispuesto a decir a nadie (mucho menos a mi familia) en TODA MI VIDA porque al hablarlas sé que romperían el delicado equilibro de nuestro tejido familiar. Ni mis padres ni ella me entenderían y todo acabaría en gritos, llantos a punto de la histeria, heridas muy profundas, tragedias griegas como sólo en mi casa se dan. Tengo la impresión de que cuando los visite en Semana Santa podría desatarse la tromba. Dios me agarre confesado.

A veces me siento muy cerca de una crisis emocional.
Quizás la tenga algún día.
"Quizás mañana..."

Thursday, February 23, 2006

Víctima o ladrón

Ya lo pensé bien y aunque todo indique que no me va a llamar hoy, no lo voy a hacer yo.

Me esperaré hasta mañana. Ni modo.

La decepción será mi compañera esta noche. Pásenme la botella.

(No) me voy a quedar con las ganas

¡No me ha llamado! AAAAAAAAAAAAAAAAAAaaargh.

Le voy a dar hasta las 7pm y si no, yo le hablo porque ya no puedo vivir así.

Mánchame que estoy muy blanco

Hoy es el día.

Quedamos en que hoy me llamaría por teléfono para ir a cenar. Francamente, estoy que me lleva la chingada. Intento pensar de manera positiva, pero hay una mariposa inmensa en mi estómago que viene de la duda de que quizás no me vaya a llamar. ¡Ya quiero estar en paz, por el amor de Dios! Si no le gusto, entonces vamos apurando este proceso porque al paso que vamos, voy a acabar hecho un trapo. Y vaya que no me subestimo, pero también estoy conciente que podría no gustarle. ¡Es que no sé qué piensa! Me estoy volviendo loco dando vueltas a las posibles razones de por qué no me ha hablado desde el domingo (quedamos en que hablaríamos hoy, pero yo pensé que le nacería la iniciativa de hacerlo antes porque pude haberle gustado tanto como a mí).

Por más que me haya esmerado en mi arreglo hoy en la mañana (estrené un traje y corbata padrísimos, me hice una limpieza facial a fondo, me aventé una rutina de ejercicio... en fin, hay que admitir que me puse chulo por si nos vemos en la noche) no va a servir de nada si no me llama (y yo me voy a sentir como idiota). Lo peor del caso es que yo no le puedo llamar. Sabe que estoy al pie del cañón y ambos acordamos tácitamente que la pelota está en su cancha (por usar una metáfora bastante ordinaria), así que a apechugar. Todavía restan alrededor de 10 horas por conocer el veredicto, así que al final de este día me podrá estar esperando mi cama con una depresión marca Sylvia Plath o un festín jubiloso digno de Zorba el Griego en algún restaurante de la Ciudad.

Obviamente, no estaría así si no me encantara. Porque me encanta. Me mata. Lo supe desde la primera vez. Yo soy así, muy directo y cuando sé lo que quiero, me aboco a lograrlo. Por eso, en cuanto nos conocimos de inmediato le murmuré al oído: "Si te invito a salir conmigo, ¿lo harías?" Y asintió. Y yo, feliz. A mí no se me da el ligue ni nada de eso, así que afortunadamente con eso nos ahorramos muchos ires y venires que no hubiera sabido cómo manejar.

¿Por qué detenerse? Voy a máxima velocidad, con todo. Es mi carácter. Ando tras aquello que me apasiona, conmueve, estremece... lo que me hace sentirme a salvo. Así me sucede cuando estamos juntos. Pero también quiero ser querido y perseguido y que se interese en mí tanto como yo, por eso me duele cuando pienso que todo eso aún no ha sucedido. Aún le falta ese empuje, el toquecito de fascinación que me haría comprender que me desea, que puede haber amor más adelante, ¡que todo es posible!

Ya lo dijo Lolita: "¿No notas que estoy temblando?"

Tuesday, February 21, 2006

Yo era un río y tú, mar

¿Dónde pongo lo hallado? ¿Dónde?

El corazón desacomodado, física y emocionalmente. ¿Me volverá a llamar? Debo esperar a que lo haga. Mientras tanto, exijo calma en mi vida. Calma calma calma. No me concentro, anticipo su llamada a cada instante. Lo peor es que estoy luchando contra su posible incertidumbre, contra las opiniones encontradas que seguramente habrán tenido sus amistades sobre mí y que le harán saber (a fin de cuentas, nos besamos enfrente de ellos tan sólo unas horas después de conocernos), contra la posibilidad de que, con el paso de los días, haya maldigerido si en verdad le gusté o me haya visto sólo como un amor de medianoche. Estoy luchando contra sus ideas preestablecidas acerca del amor, de los hombres, de la vida (cualesquiera que éstas sean) que le puedan impedir volver a acercarse a mí. Estoy luchando... pero en silencio y ahogándome en mi oficina de histeria romántica, pidiendo que esto se vuelva más real.

Pero también tengo que tener la claridad para distinguir si esto no va a ser. También existe eso. Por lo pronto, aquí me tiene, saboreando y torturándome con los momentos que vivimos juntos. Soñando despierto con la sonrisa que le he visto y que, cuando se esboza, me hace creer que he vuelto al hogar que no sabía que tenía. Con sus ojos nobles, como dos bahías que me comprenden y me acogen y me retienen infinitamente con la más dulce de las caricias. Con el deseo de quererle como jamás lo he hecho antes.

¿Dónde pongo lo hallado?

La verdad, yo también te necesito

Ayer escribí una entrada en este blog, pero he estado tan nervioso durante los últimos tres días que decidí mejor eliminarla porque era muy reveladora y en lugar de que me haya servido como terapia fue más bien como echarme bajo un camión de ruta. Lo que puedo decir acerca de este fin de semana pasado es que fue uno de los más turbulentos que he vivido en mi vida. Todavía anteayer me desperté a las 3 de la mañana en mi cama alucinando que veía animales que se me tiraban encima desde el techo (me imagino que esto es a causa de las emociones tan intensas que viví). Ahora mismo siento al corazón que, literalmente, no para de retumbar en mi pecho como tambor marroquí. Sólo me falta que esto se me convierta en problema cardíaco, me muera y acabe por nunca vivir este amor que tanto deseo.

Nos conocimos y unas horas después, nos besamos. Me estremeció para siempre. Estábamos un poco borrachos, pero sentí y sigo sintiendo que me había estado enfilando hacia ese momento desde hace años. Nos vimos al otro día y luego al otro ("un día, otro día y otro..."). Volvieron a haber unos cuantos besos, pero nada más. Quiere tomar las cosas como deben ser, conocernos primero. ¡Qué bueno! Porque yo funciono mejor así y esta persona me gusta tanto que sé que si las cosas se dieran más rápido, podríamos estropear la experiencia fenomenal que posiblemente nos esté esperando. Claro, también podría no darse nada. Si tiene que ser, será. Y si no, realmente qué lástima... pero tendré que seguir adelante. Por lo pronto me encuentro revoloteando en una vóragine de incertidumbre, emoción, ilusión, fascinación... ¡ay amor ya no me duelas tanto!

Y eso que todavía no hemos profundizado tanto en nuestras personalidades. Le queda conocer toooooodos mis pedos emocionales... soy tan complicado que después de que le abra mi cajita de Pandora sabré si en verdad quiere seguir saliendo conmigo o no. Ni modo, yo soy así... con miedos, rebuscamientos, creencias...

Lo único que tengo para decirle es (como diría Eugenia León): Yo vengo a ofrecer mi corazón.

Monday, February 20, 2006

Es mejor que te olvides del olvido

"La felicidad... ¿dónde está? Yo la quiero encontrar."

Friday, February 17, 2006

Pero un día abrí los ojos...

... y con ¿rabia? la arranqué de mi memoria.

No sé cómo le hice, pero me renové. No volveré a mencionar su nombre, pero está fuera y estoy listo para querer de nuevo. ¿*?

Esa fiera salvaje que dices, ¿en dónde se esconde?

No tengo otro plan para el fin de semana. Ayer me quedé con las ganas bien atoradas de ir a la fiesta de BANDIDAS. Saaaaaaaalma. No entiendes que te llevo tatuada en el corazón, pendeja.

Lo que más me encantó de esta semana definitivamente fue la pérdida de mi tarjeta de débito. Y todavía más padre fue que me haya dado cuenta hasta la mañana siguiente. Pero como Dios es grande y yo soy uno de sus consentidos (de eso no me queda duda), mi dinero estaba intacto. Ahora sólo me queda la chinga de esperar mi nueva tarjeta hasta dentro de 10 días. Aunque debo confesar que de eso a estar pobre...

He estado leyendo THE CATCHER IN THE RYE y aunque me cautivó la voz literaria de J.D. Salinger desde el primer párrafo, creo que ya me empezó a molestar la insistencia de su visión tan desencantada, juiciosa, interrogante, desilusionada y agresiva del mundo y la gente. Lo voy a acabar sólo porque soy un lector disciplinado, pero creo que voy a terminar harto. De ahí, aunque tengo en fila a A CONFEDERACY OF DUNCES, tengo antojo de leer a algún latinoamericano. Augusto Roa Bastos, perhaps?

"... con gente muy diferente a tu manera de pensar y de sentir...". Lolita, te quiero mucho.

Tuesday, February 14, 2006

Vale la pena vivir

Thursday, February 09, 2006

Todo lo extraño que soy

Creo que estoy acercándome más y más al destape. Bueno, el destape a mi manera. Pero creo que por fin llegó el momento. Lo he decidido, este será el año en que viva peligrosamente. Debo hacerlo porque después será muy tarde y creo que me arrepentiré de mi indecisión. Lo que ahora me resulta más importante es mi necesidad por querer y, Dios quiera suceda, que me quieran de vuelta. Sólo se trata de enamorarme, ¿qué tan difícil puede ser encontrar quien me quiera como yo estoy dispuesto a hacerlo? Claro que esa es una pregunta extraña porque a partir de ahora todo se echará al azar e igual puede ser rápido y fácil, como puede ser eterno y tortuoso.

A veces pienso que la realidad podría no superar mis fantasías y que luego me pase la vida sin encontrar a quien necesito... o que a la hora de la hora no sea lo suficiente valiente como para vivir la felicidad que yo busco... o que yo mismo sea tan extraño que nadie me pueda soportar. Soy complicado, ¿qué le vamos a hacer? Además, el mundo del ligue me histeriza, no lo aguanto. Son atmósferas aterradoramente frívolas, abocadas a la belleza superficial y desechable, a la crítica despiadada de microscopio -- dura, mordaz y sangrienta -- y a la gratificación instantánea. ¿Cómo conocer gente en ambientes de este tipo? Qué pedo, la verdad. Esas actitudes no pertenecen al tipo de personas que yo busco y me pone mal moverme entre tanto negativismo. Digo, me encanta la bohemia, el desmadre, ponerle sabor al caldo de todas la formas posibles, las personalidades que salen de lo convencional, pero una cosa es una cosa... y otra cosa es otra. Who said this shit was easy, right?

LO me dijo que le enviaría mi guión a TS para que lo leyera y - hagamos changos- ojalá se interese en él. Nada me haría más feliz que ver mi historia en el cine. Y es que es MI historia... me refiero a la historia de mi vida. Rubén Cano soy yo. Es una radiografía perfecta de mi alma, complejos, tribulaciones.... bueno, debo aclarar que Gloria Mercado también tiene mucho de mí y ni qué decir de Pedro Terán, Cuca Ayala y Aurora Chapa. Pero sobre todo Rubén. Ése soy yo. Y debo confesar que esa es una de las razones por las que quisiera ver la película en pantalla, pero también porque nada me haría más feliz que porfin despegara mi carrera de escritor.

Desde aquí, un generoso brindis a Estelita Núñez por su versión de "Por Amores como Tú" que ahora escucho.

Tuesday, February 07, 2006

Haciéndome el triste, haciéndome el lobo

De vuelta a la Casa que Arde de Noche. No es por nada, pero espero que algún día me decida y abra mi propio bar/cabaret con ese nombre. No sería un burdel, pero tendría toda la pinta pues ese es el chiste. Chamacas pechugonas, una especie de Lucha Villa cantando en el escenario, mariachis, pósters de mis películas e íconos más queridos por todos lados (de Lola Beltrán por supuesto, Isela Vega riéndose a carcajadas en no me acuerdo cuál de todas sus películas de los setenta, Dolores del Río fotografiada por George Hurrell, Charlotte Rampling totalmente encuerada sobre una mesa victoriana bebiendo vino blanco, Ava Gardner extasiada en plena jungla en "Mogambo", Rita Hayworth relinchándose el pelo en "Gilda", Emanuelle Riva retozando entre sábanas en "Hiroshima mon Amour", Angélica Aragón recogiendo la pistola y chillando lágrimas perfectas en "Vivir un Poco", Meche Carreño bailando "He Venido a Pedirte Perdón" en aquella película, Kitty de Hoyos a gatas en "Domingo Salvaje", Marlene Dietrich a contraluz en "The Shanghai Express", Rosa Gloria Chagoyán al volante del trailer y ¿por qué no? hasta de Chayito Valdés cantando como solo ella sabe el himno de traileros y lavanderas , "La Sopa del Bebé"). Neta que sería feliz siendo el anfitrión y conjurando las borracheras que se suscitarían cada fin en ese lugar. Algún día, algún día.

Hablando de borracheras, quisiera declarar que me siento orgulloso que no me he puesto jarras más que una sola vez en lo que va del año. Claro que con esa tuve. Hubo una fiesta de mi compañía a mediados de enero y compré boleto para el tren descarrilado camino a la chingada que tanto me gusta. Pinche tren. Al otro día más bien sentí como si me hubiera atropellado el tren, más que subirme a él. Ni siquiera me pude levantar de la cama pues además no me dejaba en paz la cruda moral. Sólo recuerdo que canté todas las de Juan Gabriel a grito tendido en el micrófono y mi jefe y los demás atacados de la risa. Luego, abrí pista... lo cual nada de malo hubiera tenido de haber existido una pista en el lugar. En retrospectiva todo esto suena chistoso, pero aún me queda el saborcito amargo de haberla cagado. Por eso me he portado tan bien en estas semanas.

Sin embargo, el chiste de portarme bien también tenía una razón de ser... que no he llevado a cabo. Supuestamente desde que empezó enero me iba a poner a trabajar en mi guión para tenerlo terminado en mayo. Ya voy muuuuy atrasado y el verdadero motivo (let's face it) es porque he sido muy huevón. Bueno, eso y porque le tengo terror a sentarme frente a la computadora y enfrentarme a la pantalla en blanco. Traigo el autoestima algo bajo y me la vivo dudándome. Debo sobreponerme a esas dudas y caer en cuenta que sí tengo valor en lo que hago (whatever that is) y que tengo muchas más cosas buenas por hacer en la vida. En mi trabajo las cosas no van bien... van muy mediocremente... lo cual es responsabilidad mía. (Hay que ser maduros y admitir que uno es el "arquitecto de su propio destino"... ya sé que suena a frase de Miguel Ángel Cornejo, pero son las 11 de la mañana y todavía no se me despierta un instinto literario superior). Creo que le daré una oportunidad más a este trabajo y si no, me buscaré otro porque ya no me quiero sentir estancado profesional, económica o emocionalmente.

Emocionalmente. What a word. No sé cuándo me atreveré a confrontar mis necesidades emocionales de manera directa... quizás lo haga cuando sea demasiado tarde o esté demasiado viejo. Pero por ahora no puedo. O a lo mejor aún no llega quien me despierte de este letargo de negación. Me halaga cuando siento que me volteen a ver por parecerles atractivo o qué sé yo (tal como me sucedió este fin de semana en la Condesa por ¡partida triple!... no lo digo por presumido, lo juro, sino porque la verdad me hizo sentir padre, para qué negarlo), pero me hielo y no puedo hacer nada al respecto. Además yo no busco sexo casual. Nope. Si de por sí el sexo me resulta complicado...

Bueno, creo que debo ponerme a trabajar.