Subo al tren descarrilado camino a la chingada. Traigo la sangre caliente.

Saturday, January 20, 2007

Y de esta guerra la única víctima soy yo.

Estoy convencido que el 2007 me va a deber mucho. Me lo voy a deber a mí mismo. El cambio de trabajo, ciudad, industria y, sobre todo, la renovación de mi espíritu. El 2006 fue un desmadre de principio a fin. Tuve docenas de amantes que no logró recordar específicamente porque en muchos casos me encontraba excedido de alcohol. Eso no volverá a pasar. Ya ocurrió una vez hace dos semanas, pero hasta ahí. Tengo que levantar el vuelo. Este año cumplo 32 y, bueno, ya estuvo de mamadas. Vamos a volar, a convertirme por fin en el hombre que debo ser, a coger el camino que estuvo escrito por la constancia, amor, dedicación y rezos de mis padres... lo tengo que hacer por mí mismo, porque está es la última llamada de atención. Porque esta ciudad me va a consumir con la locura que provoca en mí. Hay más vida que me espera, más por mejorarme, mucho más éxito por alcanzar. Está ahí, esperándome. Sólo tengo que decidirme y no desenfocarme de él. Vamos, yo puedo.