Subo al tren descarrilado camino a la chingada. Traigo la sangre caliente.

Friday, October 14, 2005

a pesar de todo (malgré tout)

Estoy como medio harto de escribir sobre mis borracheras de cartucho metrallero, amores frustrados (¡hasta nunca, JdDO!) y desazones en general. Por otro lado pienso, ¿qué más sucede en mi vida, si no eso? He pensado seriamente que quizás este blog deba ser un constante flujo de fantasías que representarían lo que quisiera que fuera mi vida. Veranos en Barcelona, inviernos en Mustique, caviar ahogado en champaña de brunch y éxito cinematográfico a todo lo que da. Amor, mucho amor. Como me dijo el otro día una productora, "¡que te traten como rey, chingao! ¡Te lo mereces!" Pues claro que sí. Pero el único que parece no pensarlo soy yo. A mis treinta años ya debería estar en otro pedo... hay muchas otras personas de mi edad que sí lo están. No es que esté perdido por completo, pero en parte lo estoy. De a madre. Ahora sí decidí que ya me tengo que poner las pilas (la productora dice que esa no es una frase adecuada pues implica que soy un objeto... lo cual quizás lo sea, who knows). Empezaré a escribir, a dejar atrás la adolescencia reinante que he traído encima desde siempre, a ser responsable, a agarrar la vida por los huevos. Será un poco difícil porque la irreponsabilidad me resulta tan, pero tan atractiva. Puta. Me encanta. Cagarla en todos sentidos es como el imán subconsciente que me impulsa. Quizás porque en mi vida cotidiana soy tan rígido, con reglas tan hechas y una estructura aparentemente inquebrantable que cuando me decido a soltar rienda, la suelto en serio.

(Intermedio musical: felicidades a Guillermo Iván, gran actor. Tiene algo que lo hace impresionante y todavía no descubro bien qué es).

Este fin de semana quisiera ver la obra de Bonilla y también la de Camacho. Lo más seguro es que acuda al Bazaar del Sábado para comprar un regalo que tengo en mente. Un alebrije, de ésos que tanto le gustan a mi hermana. Quizás veré "The Constant Gardener". Es más, tengo muchas ganas de verla. Hoy saldré por la noche. Espero que no me dejan plantado como la otra vez. Y, sobre todo, me voy a portar bien.

Monday, October 10, 2005

pájaro perdido

Creo que ahora sí tengo que dejar de beber, si no es quiera sufrir alguna desgracia un día de estos.

El viernes salí con JdDO, creo que por última vez (por cierto, otra vez llevó al hermano). Me queda claro que aquí se acabó la historia. No tiene caso seguir y lo bueno es que he descubierto que logré crear una distancia emocional entre nosotros. Del sábado ni quiero hablar porque me comporté como el peor de los borrachos. El domingo ni siquiera existió para mi pues la pasé dormido el día entero.

Thursday, October 06, 2005

Mi amigo el Puma

Ya estoy harto de JdDO. He dejado atrás la ilusión y la buena onda que me caracterizaban. Comprendí que nunca va a pasar nada con JdDO y que sólo está esperando a que le dé trabajo. Anoche vino a hablarme de su última relación sentimental y me quedó claro que lo hizo porque quiere alejarme de su lado o al menos de su corazón. Por supuesto que desea que seamos amigos para que no pierda oportunidades profesionales pero esa plática me hizo ver que en cuestión de romance, nada sucederá. Lo cual yo ya había averiguado desde antes. Sin embargo, me sorprendió que ya no me pongo nervioso en su presencia, es más hasta me he vuelto frío y calculador. Ahora soy yo quien quiere jugar. Quedamos en cenar el viernes. Me vale madre. Ha quedado atrás el cordero y en su lugar quedó el puma.

Definitivamente Los Angeles resultó decepcionante. La interacción con mi mejor amiga fue todavía peor. Traté de hacerle ver que ella estuvo mal en la forma en que me trató pero nunca lo comprendió. Es más, hasta me echó la culpa a mi. No importa. La vida no es más que una serie interminable de decepciones.

Wednesday, October 05, 2005

Don't let them win

Los Angeles no fue lo que yo esperaba. Me dan ganas de no volver nunca. ¿Para qué? Y encima de todo, tengo que pensar en JdDO. Por cierto, le compré el DVD famoso en LA pero no se lo voy a dar hasta que me llame (si es que me llama).