A pesar de todo: ¡tú!

¿Por qué me tuviste que mirar así? Es lo que más me molesta. No debiste hacerlo. ¡No debiste! Me tortura el recuerdo de tus ojos, la forma en que cayeron sobre los míos. Me encendieron en un furor que aún no termina... sólo que ahora todo ha comenzado a agriarse al caer en cuenta que posiblemente haya sido una alucinación.

Pero me queda tu mirada. Esa cabrona sonrisa que me echaste encima y que me comió a mordidas. ¿Por qué lo hiciste?

Contesta, P.
Búscame.
Hállame otra vez.
De otro modo, este fin de semana lo intentaré hacer yo (después de mi visita fallida de anoche).

Dame una respuesta, rescátame, prepara para mí el mejor platillo que salga de tu cocina (tú que lo haces tan bien... the chef), o haz que olvide de una vez del sábado por la noche en tu nuevo bar de la Condesa, cuando estabas al pie de la barra y me encontraste en mi camino al baño, platicabas con tu primo y yo te pregunté si eras europeo porque por idiota pensé que tenías un acento extraño y tú reíste y me dijiste que no, que eras chilango, y me tomaste del brazo y me apuntaste en dirección al baño (hacia el fondo del bar subterráneo, naranja y oscuro) y no me dejabas de mirar y el DJ tocaba alguna canción de los ochenta y tus ojos sobre mí y no había más gente en el bar y tu pelo era güero y tu estatura grande,

y me hiciste tuyo.

¿Qué precio tiene el cielo?

¡Espero que este sábado haya dado con esa respuesta!

Desafortunadamente estaba muy crudo para quedarme en el bar y descubrirlo.

Pero sólo bastó con que me sonriera... así, de pronto, sin esperarlo... volteé y me tomó del brazo y fue como si me hubiera estado esperando toda la vida y nada le hiciera más feliz que hallarme por fin. Parece exageración mía, ¡pero lo vi en sus ojos! "El imperio de sus ojos"... azules, para acabarla de chingar. Su seguridad y encanto fueron tales que pensé que me estaba viendo así porque ya nos conocíamos de antes. Descontrol. El momento logró atravesarme y aunque fueron sólo unos segundos, me cimbró.

Tiene a su propiedad un bar/restaurante en la Condesa (where else). Físicamente es lo máximo, LO MAXIMO. Y por lo poco que platicamos, dejó ver en su personalidad y actitud lo que siempre acaba siendo mi debilidad... la nobleza. ¿Por qué siempre me deshago ante esa chingadera? Es como mi pinche kriptonita, carambas.

Después, cuando ya se había ido, dejé mi teléfono en la caja como pretexto para que me inviten a la inauguración, pero obviamente fue con la ilusión de que me llame (lo cual no creo que vaya a hacer... sólo en mi mundo esquizofrénico la gente hace cosas así). Pero voy a volver al bar con la esperanza de que nos encontremos de nuevo... y si no ocurre nada, pues entonces buscaré la respuesta a mi pregunta en otros lados y que Dios me bendiga.

Por lo pronto, me aferro al momento que viví... aquel que siempre será mío.

Me faltan frenos al quererte

¿Existirá alguien a quien pueda decirle eso?

Update: Salí al cine con Barragán y estuvo padrísimo. Nos tratamos como amigos y realmente lo disfruté. Bajo riesgo de sonar ridículo (o muy puto), sentí bonito.

Y hablando de putos, quiero recordar lo que escuché desde el interior de un carro que pasó a un lado mío cuando iba caminando por una calle de Tepoztlán: "ese güey es puto y no mamadas".

Hace TANTO que no me insultaban de esa manera... quizás sea porque llevo mucho tiempo alejado de la provincia mexicana y de todos los personajes e ideologías que la infectan que, debo confesar, esa frase me hirió más de lo que hubiera imaginado. Ni siquiera volteé a ver la cara de quien lo había dicho... sólo hubo una voz y con eso tuve. Me hizo despertar a la verdadera realidad de este mundo, la que existe y no la versión mía en la que todos vivimos en las bellas praderas de la Condesa, donde la gente se acepta sin pedos o simplemente se valen madres mutuamente.

Esa frase me remitió a infinidad de situaciones parecidas por las que pasé en mi infancia y adolescencia, aquellos lindos momentos que me llevaron a despreciarme y a no comprender mi naturaleza básica e innegable. Por un rato volví a avergonzarme de mí mismo como entonces. Sé que es un sentimiento que aflorará siempre que haya gente que lo provoque... porque soy así, un ser que siempre tendrá la necesidad de caer bien, de ser aceptado, de que se me permita hacer feliz a quien me rodea. Cuando me lo impiden o me ofrecen frases como ésa, el interior se me desacomoda y llega el desplome y los cuestionamientos y la oscuridad. Mientras más pronto digiera que no puedo hacer nada contra esa ansia, chingaderas como la que viví en Tepoztlán quizás me afecten menos.

Y sobreviviré.

Hay momentos en que quisiera mejor rajarme

Anoche me armé de valor y se lo dije: "es mejor que seamos amigos". Me quedó un rezago de dolor muy fuerte durante el resto de la noche porque es horrible rechazar a alguien y sentir que le pudiste haber hecho un daño... fue como decirle: "lo que vivimos en esta semana de cenitas, besos, arrumacos y confidencias fue tan sólo un espejismo. Nada fue real... y ahora, adiós".

Y sin embargo también le hice ver que lo poco que vivimos sí había sido verdad, que me había encantado desde que nos vimos la primera vez a las 5:48am en el antro (lo recuerdo porque me lo escribió románticamente en una servilleta aquella madrugada), que cuando estuve entre sus brazos lo disfruté y que es una persona buena con quien me gusta estar. Pero de golpe he descubierto que no como amantes o como pareja. Simplemente no somos el "match". Al menos, no para mí. Es posible que, aunque lo fuera, también acabaría huyendo por miedo a lo que representa tener una relación (por más que yo la desee).

Para llegar a nuestra cita de anoche, se metió una hora en el tráfico, me invitó la cena y me llevó a mi casa... ¡y yo que le salgo con el súper domingo siete! Ahora no dejo de pensar en su nobleza al momento de mi rechazo (porque a fin de cuentas eso fue)... qué idiota soy, pensé que me iba a montar una escena flamenca. Sólo sonrió y me ayudó a confesarle que no me había gustado lo suficiente. Imagínate... ¡hasta me ayudó a ser sincero! Me dijo que, por su parte, todavía no pensaba en ninguna posibilidad seria de romance conmigo (aunque en el fondo me parece que sí)... simplemente había dejado que las cosas fluyeran pensando en que quizás podríamos acabar siendo novios, pero sin descartar que sólo amigos. Creo que vio el proceso con más sensatez y calma que yo.

El pedo puede ser que racionalizo de más... el pedo puede ser el miedo que tengo... el pedo puede ser que en el fondo me fascine más vivir en una soledad masturbatoria que en la verdadera felicidad compartida. El pedo pueden ser muchas cosas. Lo único que espero es que en realidad podamos ser amigos. Necesito de buenas personas en mi vida y Barragán es una de ellas.

Trata de ser feliz

Y me he alejado de Dios. Debo volver. Es lo único cierto.

Un documento accidental

Hay momentos, como ahora, en que siento que me deslizo por un oscuro túnel hacia la deriva. Siento que me he traicionado a mí mismo y que hay tantas cosas que no tienen solución. Me cuesta trabajo tomar la vida momento a momento y no pensar en que hay tantas cosas que están mal y que no puedo corregir. No encuentro mi lugar en el mundo, ¿por qué? Quisiera tanto estar en paz conmigo mismo... es lo que he buscado siempre. Pero no lo encuentro y me consume la angustia de todo lo que me falta por vivir, de tener que seguir enfrentando sin respuesta todo aquello que es inevitable y que me hace entrar en confusiones, cuestionamientos existenciales... ¿Qué es exactamente lo que debo hacer? ¿Quién soy yo? La felicidad se vive por instantes, pero en mi caso hay más tristeza y soledad que una verdadera dicha. Y aún no entiendo por qué. He empezado por resolver mi mayor problema de identidad y aún así todavía me siento mal conmigo mismo. A veces creo que tengo una tendencia a la inestabilidad, a enloquecer. Quiero amar, quiero entregarme a la vida, al éxito. Y sin embargo, no puedo evitar más que sentirme estancado. A cada vez me pesa más el presentimiento de que no enamoraré nunca, que jamás hallaré quien corresponda mi amor. A pesar de que he intentado descifrar mi identidad y que hay gente que me quiere sin importarle eso, me siento más aislado e incomprendido que nunca. Tiene que haber una oportunidad para alguien como yo de salir adelante, de ser feliz. Tiene que haberla.

Viernes sin tu amor

Fin de semana en el alambre. Después del viernes, me queda muy claro que Barragán no es. Pero por cada elemento que descalifico, yo soy descalificado en los ojos de otra persona. Esto último ocurrió el sábado... y fui yo el estúpido. Claro que fue mi error por andar sirviendo el postre en el primer tiempo.

De ahí en fuera, mi vida parece estar en pausa. Voy en el tren de la borrachera (regresé a las andadas) y todo es risa y diversión momentánea, pero no hay un fondo sobre el cual pueda pisar con seguridad. Debo hacer mi tarea para no despertarme un día y ver que no hay un suelo bajo mis pies y que sigo en caída libre. No estoy seguro si México me está ayudando a salir adelante (profesional y personalmente). La ciudad no es la culpable, lo sé, todo lo que hay por arreglar está en mí... pero es posible que en este lugar se esté despertando más mi apetito por la perdición que en otros lugares. I need some time by myself. I need to figure out a lot of shit and act on it. I need to create solutions.