Mi suerte estaba echada
Hoy me desperté con la noticia y afortunadamente no estaba crudo porque estas cosas pueden dejar muy mal a cualquiera en un estado alterado. Me tiré al piso de rodillas, alcé mis brazos al cielo y por poco comienzo a flagelarme entre sollozos y gritos de "¿Por qué? ¡¿Por qué, Rocío?!" Hija de la fregada, te me pelaste sin antes cantarme al oído "Juro que Nunca Volveré". Me has dado en la madre... esto es casi casi como cuando Lola me hizo lo mismo hace diez años (creo que lo de Lola fue peor, me hizo sentir que yo me moría con ella).
No cabe duda que marzo me ha pintado negro como su chingada madre. Entre aquella decepción amorosa (que ya está digerida, creo que puedo decir que he salido adelante.. ¿pero por qué fregados me tengo que topar con su retrato a cada momento en x cantidad de revistas?), el malestar físcio e incómodo (ya curado), cuestiones laborales (en proceso) y presiones familiares esporádicas (please make them stop), debo admitir que este último mes ha estado del reverendo y asqueroso nabo.
Ahora nomás me falta que se me pele la otra Rocío para que de plano descorche el frasco de Prozac.
3 Comments:
Yo solo le agradezco mi frase más jota
Me puso una guirnalda de puras bugambilias........yo me sentí divina.... que mal, menos más lo leo menos en el hoyo.
Un abrazo.
10:28 PM
jaja!! No cabe duda, esa frase se lleva el trofeo de la mariposa de oro. Saludos...
8:20 AM
Y es que debo hacerlo todo... con amooooor
1:41 PM
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