Subo al tren descarrilado camino a la chingada. Traigo la sangre caliente.

Tuesday, January 03, 2006

Anoche

A continuación va un extracto de un poema que me fascinó (pero que no escribí yo). El día que sea correspondido en el amor, recordaré este poema y se lo leeré a esa persona deseada.

Anoche he dormido en tu alcoba,
en tu cama, reposando mi esperanza sobre tu almohada
atisbando la geografía personal de maderas, cuadros, espejo,
mis cartas calladas, ciegas sobre el buró,
un retrato, tu reloj; observo, todo lo miro,
desde un firme, recio lecho;
muy junto a ti,
yo contigo,
conjugando los suspiros en tu territorio vivo.

Anoche dormí en tu alcoba,
desperté de madrugada para seguirte mirando tal y como te soñara;
en mis brazos, a ti atrapaba,
mientras soñabas que sueñas y yo soñándote estaba;
de besos y de palabras,
ansiaba poder cubrirte,
más temí que al despertarte, nuestro sueño se esfumara.

(...)

Anoche dormí en tu alcoba;
y me perdí en tu pecho, entre tus brazos vencido,
sin aire ya, sin aliento,
tu cama fue el horizonte, el límite del deseo,
de ilusiones y de develos,
fue la rosa de los vientos,
el relicario, el incendio, la nave de mis recuerdos;
y yo te miré mientras dormías - embelesado lo escribo-,
respirando muy despacio, exhalando un mundo entero;
horas de pasión, deliquio,
bebieron mis ojos tu cuerpo,
proque me sabe el mirarte,
porque si te observo, te pruebo.

(...)

En vorágine de fuego,
yo te cubro de palabras, tú de caricias al vuelo;
sé lo mucho que te quiero,
pero gritarlo no puedo;
es parcial tu desnudez, de palabras te he cubierto,
de adjetivos una sábana, de letras una montaña;
se ciñen mis frases a ti, te envuelven en un poema;
la mirada de tus ojos, ése es mi mayor anhelo,
tibieza cruel de tu abrazo, que me quema y da sustento,
¡sé que el paraíso es cierto,
lo descubrí en tu aposento!

Anoche he dormido en tu alcoba,
besándote con la aurora;
una melodía lejana,
arrulla nuestra mañana;
la cicatriz de tu espalda, reluce, frágil camino,
mis redes, tus brazos me atrapan y me contienen,
con pudor de quien fue célibe, con gran reserva y sigilo,
te contemplo, te adivino,
tus ojos se van abriendo y yo, cautivo, te miro,
¡anoche dormí en tu alcoba,
y en nueve huidizas horas mi vida tomó sentido!

1 Comments:

Blogger Silencio said...

Puedo decir SNIFF

Puedo decir que no más no tengo cartas que pueda mirar alguien.

O simplemente decir que ya no hay nadie, nada, no...

10:21 AM

 

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