Culpable soy yo

Es la verdad.

Debo retornar a la elocuencia ochentera del Puma para expresar lo que es verdad. Obviamente mi situación no cabe tan exactamente en el contexto de aquella canción, pero me ha hecho reflexionar sobre mi propia naturaleza como un ser necesitado de amar y ser amado, o simplemente por la manera en que he afrontado mi vida hasta ahora.

La clave a mi forma de actuar está en mi pasado, en las experiencias que me han construido y, sobre todo, en las decisiones que he tomado a lo largo de mi vida. Ahora lo veo tan claro, más aún después de conocer a alguien tan exitoso y seguro como Jiménez. Siempre ha sabido lo que quiere y lo ha llevado a cabo sin albergar mayores dudas y se ha atrevido sin realmente sentir que se estaba atreviendo. Ha sido libre y eso lo hace una persona tan valiosa. Algo que yo pude haber sido siempre y que, por miedo, no lo he sido.

Ahora es posible que me rehuya porque no estoy a su altura emocional y humana... es lógico. Es alguien tan admirable, pero ¿qué tengo yo que me pueda admirar? Soy tan pequeño en comparación (no es baja autotestima, es... verdad). No quiero pensar que es demasiado tarde para hacer algo grande con mi vida como lo que ha logrado con la suya. Giorgio Armani empezó su negocio a los 40. Julio Cortázar publicó su primer libro hasta los 30. ¡Todavía puedo! La vida aún me puede ofrecer cosas buenas. Lo desafortunado es que, mientras tanto, alguien como Jiménez se me escapa de las manos.